Divertido, lúdico, colorido y sobre todo: excéntrico, es nuestro vestíbulo. Los vestigios de la construcción, invitan a cambiar la cotidianidad de lo que pareciera ser una ciudad gris, en la extravagante realidad del mexicano que proyecta su versatilidad en el difícil arte del interiorismo. Porque para él, el mobiliario es indispensable, para el interiorismo, pareciera indispensable apoyarse en una superficie, un mueble, una mesa… pareciera imposible convertirse en una realidad sin ellos. Pero este espacio representa al mexicano que transforma su realidad, que al igual que este diseño, logra proyectar a través de sus espacios, acabados, sus paredes, sus columnas, arcos, piso y ventanas, una forma distinta e innovadora de ser diferente y creativo. Y se convierten en un complemento de la imagen visual artística que lo acompaña y que se inspira en la profundidad de un México que trata de reconstruirse y al mismo tiempo, sin perder sus fundamentos, como los palacios del siglo XVIII. Y a la vez, inspirado en una mujer excéntrica; perfectamente vestida, llamativa y elegante. Que al igual que el vestíbulo, se complementa con formas y figuras geométricas, que le dan vida a su esencia y a este espacio.
Es nuestro vestíbulo un homenaje a Sara Galindo, una de las figuras de la moda más influyentes e importantes de América Latina: sus viajes, su estilo y su pasión por impulsar el talento mexicano en el mundo inspiran este espacio, con sus colores y sus formas, logran convertirse en un ejemplo vivo de lo que es diferente y arriesgado y que proyecta en su más íntima esencia al mexicano.